Durante los últimos meses, la violencia contra de familias inmigrantes y sus aliados ha ido en aumento en los Estados Unidos. La agenda del presidente Trump para deportar masivamente a miles de inmigrantes indocumentados bajo el pretexto de seguridad nacional, se ha convertido en una cacería de brujas impulsada por el racismo y la xenofobia, dirigida principalmente contra las comunidades latinas y, en ocasiones, a las comunidades Nativas. Esta represión migratoria, así como el aumento de los controles y rechazos en los puntos de entrada, también ha tenido como objetivo a activistas y miembros de la comunidad que han alzado la voz en defensa de los derechos y la liberación del pueblo palestino. No nos olvidemos que un gran porcentaje de las personas que emigraron de América Central y del Sur pertenecen a Pueblos Indígenas. Muchas de estas personas han sido marginadas por sus gobiernos y afectadas desproporcionadamente por las industrias extractivas y el cambio climático, viéndose obligadas a emprender un viaje en busca de condiciones de vida dignas en un país que afirma valorar la libertad de expresión, la libertad y la justicia para todos.
Los Pueblos Indígenas han habitado estas tierras mucho antes de la creación de imperios y los Estados Nación. Con la colonización, estos imperios trataron de borrar a los Pueblos Indígenas, expulsándonos de nuestros territorios con el uso de la violencia, creando fronteras y muros, separando, segregando y masacrando a nuestros ancestros. La migración siempre ha sido un aspecto necesario e importante para la vida humana, y nosotros en Cultural Survival afirmamos de manera firme e inequívoca que ningún ser humano es ilegal.
Lo que estamos presenciando hoy es una nueva limpieza étnica mediante redadas, en las que el presidente Donald Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE), y las fuerzas armadas están llevando una campaña de intimidación, represión, y uso de la fuerza en contra de los migrantes, en su mayoría de orígen mexicano, y contra manifestantes que exigen el respeto a los derechos humanos básicos. Personas trabajadoras sin antecedentes penales están siendo deportadas, padres y madres, incluídas madres lactantes, están siendo separados de niños pequeños, y activistas que protestan en contra estas atrocidades están siendo criminalizados, hostigados y agredidos. Los miembros de la comunidad viven con terror al realizar sus actividades cotidianas, al ir al trabajo, al médico o a comprar alimentos, por el miedo a ser detenidos o deportados. La militarización en las calles de Los Angeles, California; Minneapolis, Minnesota; Nueva York; Texas; y en muchas otras ciudades del país, representa una amenaza grave y dirigida contra la sociedad civil y un retroceso en materia de derechos humanos para todo el país.
Como Pueblos Indígenas y aliados nos solidarizamos con la comunidad migrante siendo atacada y con las personas en todo el país que luchan en contra de estas injusticias.
Cultural Survival exige que Estados Unidos:
- Detenga de inmediato todas las operaciones de ICE contra las comunidades migrantes;
- Garantice el derecho a la libertad de expresión y de protesta sin ser reprimido, detenido ni criminalizado;
- Cese la militarización en las calles y retire de inmediato a las fuerzas armadas; y
- Libere y retire los cargos contra los manifestantes que han alzado pacíficamente sus voces en las calles.
Instamos a la comunidad internacional, incluidas nuestras ONG aliadas en todo el mundo, a condenar el estado de violencia en los Estados Unidos, presionando al gobierno para que detenga el hostigamiento y la persecución de las comunidades migrantes y garantice el respeto de los derechos y del Estado de derecho.
