Desde el 4 de septiembre, 22 municipios en el nororiente de Guatemala han sido militarizados por el presidente de derecha Jimmy Morales después de declarar Estado de Sitio en la región mayoritariamente Indígena del país por un período de 30 días. Un Estado de Sitio suspende los derechos civiles, incluida la libertad de acción, la libertad de movimiento, el derecho de reunión y manifestación, portar armas, y apoya las detenciones legales y los interrogatorios de detenidos y presos, poniendo en riesgo la libertad, la seguridad, la vida y la paz del habitantes de las zonas afectadas.