
Por Diana Ramírez León (Hñähñu)
Axä Jua, ma tuhu Diana Ramírez León, un di bi dui ha hñahñu hai, dra munts’a häi ne di hñä, ma gütañ’u ra tuhu b’üi ri hnini ne di öde ha ra n’a nthebe hñu ma de fm Ximhai ne ra hñahñu hai ne ra Batha ra Bothahi, Hidalgo México.
Hola, mi nombre es Diana Ramírez León, soy del pueblo hñähñu (otomí), socióloga y comunicadora comunitaria, desde hace nueve años, estoy al frente del programa “Bui ri hnini - Vive Tu comunidad”, que transmite en el 103.5 FM Ximhai radio comunitaria del pueblo hñähñu de la región del Valle del Mezquital en Hidalgo, México.
En este año tuve la oportunidad de asistir a la National Federation of Community Broadcasters Media Conference, en español: La Conferencia de la Federación Nacional de Comunicadores Comunitarios en Salt Lake, Utah, donde nos congregamos más de treinta radios comunitarias de Estados Unidos y México. En este evento me reencontré con el aliento de la radio comunitaria, a pesar de hablar idiomas diferentes, el lenguaje que nos une, es el espíritu del movimiento de lucha por la libertad de expresión.
Durante el evento pude distinguir que el movimiento de la radio comunitaria coexiste en dos sentidos: primero; la lucha continua frente a un monstruo de dos cabezas que reprime y quiere desaparecer voces, principalmente las insolentes, es decir, quienes salimos del statu quo de la comunicación imperante en el mundo. Quienes estuvimos en Salt Lake somos una comunidad de comunicadoras y comunicadores comunitarios comprometidos con ser altavoces de la diversidad social, y en mi caso, además, soy parte de un pueblo Indígena, que no sólo resiste, sino que además re-existe.
En segundo lugar, este encuentro me permitió espejearme con mis colegas de Norteamérica, quienes compartimos la adversidad cotidiana de sostener un proyecto de comunicación comunitaria libre y autónomo, del que nunca vamos a claudicar, algunos de ellos, pertenecientes al pueblo nativo Hopi y algunos otros de la comunidad latina. Es así como nos une un sólo espíritu, a pesar del racismo y la xenofobia de estos momentos violentos.
Para mí fue muy grato encontrar voces vibrantes como Amy Goodman, quien nos conmovió con su historia como periodista y las de otras voces de quienes participaron. Estados Unidos es un territorio diverso, vive en la constante lucha de un poder hegemónico, violento hacía la diferencia, intolerante y excluyente, sin embargo, como expresa la sabía frase de Michel Foucautl “Donde hay poder, hay resistencia al poder”, así, ese otro poder, me fue grato escuchar y sentir que nadie nos puede callar, nadie nos puede oprimir, ahí está la fuerza de la radio comunitaria en el Norte de nuestra tierra, América.
Me percaté que la función de la radio, realmente comunitaria, es la misma en cualquier latitud del mundo, pues mi experiencia con algunos talleres en los que asistí, coincidió que comunica la diferencia, celebra la historia de la gente, pues difunde la diversidad, acompaña emergencias locales, principalmente las rurales, salvaguarda la historia oral de radios comunitarias, Indígenas y tribales, defiende el territorio y sus recursos naturales, reaprende las nuevas tecnologías para salvaguardar la historia de nuestras comunidades, es creativa para la sostenibilidad de la infraestructura material. Además, reafirma su compromiso humano: “cumplir con ser una comunicación libre y ser un agente de cambio”.
En las conferencias pude escuchar voces que convocan a la utopía y a la justicia, desde la esperanza puesta en los medios de comunicación comunitaria y en las organizaciones sin fines de lucro, a pesar de la precariedad de recursos, principalmente los económicos, las radios comunitarias están relizando una gigantesca labor de llegar a lugares y personas quienes no son incluidas sus historias en otros medios de comunicación.
Me percaté que la función de la radio, realmente comunitaria, es la misma en cualquier latitud del mundo, pues mi experiencia con algunos talleres en los que asistí, coincidió que comunica la diferencia, celebra la historia de la gente, pues difunde la diversidad, acompaña emergencias locales, principalmente las rurales, salvaguarda la historia oral de los Pueblos Indígenas y tribales, defiende el territorio y sus recursos naturales, reaprende las nuevas tecnologías para salvaguardar la historia de nuestras comunidades, es creativa para la sostenibilidad de la infraestructura material. Además, reafirma su compromiso humano: “cumplir con ser una comunicación libre y ser un agente de cambio”.